Regarding Hormuz

<--

Hablemos de Ormuz

26ENE 2012 09:18

Adolfo Suarez tenía razón. Aquí hubo un poco de pitorreo pero no iba desencaminado. En Enero de 1980, el Presidente del gobierno español fue invitado a visitar Estados Unidos por el Presidente Carter. Al parecer, el canciller alemán Helmut Schmidt había sugerido al americano que le oyera porque tenía ideas útiles sobre ciertos aspectos de la realidad internacional.

En la conversación en Washington, Suárez dedicó tiempo a Oriente medio. Rompió una lanza a favor de los palestinos y se extendió sobre el peligro que representaba que la Unión Soviética, habiendo invadido Afghanistán, se encontrara a 700 kilómetros del estrecho de Ormuz. Que la potencia comunista o cualquier otra pudiese estrangular ese estrecho por donde pasa una parte vital del petróleo de Occidente sería terrible.

Los pasos de estratega mundial de Suárez fueron ridiculizados aquí pero no cayeron en saco roto en Carter que escribiría en su diario su “admiración por los conocimientos del Presidente español sobre Oriente Medio e Iberoamérica”. Quien sabe si Suárez tuvo alguna influencia, además, en el libro que bastantes años más tarde publicaría Carter sobre la tragedia palestina, obra que ha escocido en Israel.

Ormuz está ominosamente de moda estos días. Irán, con cierta bravuconería, ha amenazado con cerrarlo como represalia por las sanciones que le va a aplicar Occidente de no comprarle petróleo a partir del 1 de Julio y Estados Unidos da a entender que el cierre sería un casus belli. Navios de guerra estadounidenses, ingles y británicos marchan hacia la zona.

Golpear militarmente a Irán, como quieren los halcones israelíes que temen que si no se hace Teherán tendrá la bomba atómica en poco tiempo, es un tanto osado. Aunque los saudíes pondrían más crudo en el mercado, odian a los ayatollas iraníes, el precio del petróleo podría subir e Irán montaría operaciones encubiertas contra intereses americanos.

Poca gente sensata aconseja atacar hoy a Irán y la situación se complica por la pobre colaboración de Teherán para demostrar que no busca conseguir la bomba. Su afirmación es poco creíble, la Agencia de la Onu repite que la conducta de encubrimiento iraní es preocupante, muchos iraníes están orgullosos de que Irán alcance la capacidad nuclear y los ayatollas saben que, como ocurrió con Corea y Pakistán, en cuanto tengan la bomba serán más respetados por tener un poder disuasorio mucho mayor.

Obama, aunque en el mensaje del Estado de la Unión haya señalado que todas las opciones están en la mesa, no parece tener el cuerpo para otra intervención. Ahora bien, estamos en campaña electoral y el diablo las carga. El único tema exterior abordado en las primarias republicanas ha sido Irán y los contendientes han dado a entender que el Presidente es un calzonazos. No olvidemos que, dentro de lo apretado de las encuestas, más de una dice que Obama podría perder con un articulado candidato republicano.

La Admisitración americana no quiere permitir que Teherán tenga la bomba. Tampoco quiere la guerra. La solución intermedia es la que se sigue, aplicar sanciones comerciales, bancarias….Aunque Teherán empieza a sentirlas, se ve forzado a vender su petróleo más barato a India y otros clientes, el resultado de las sanciones es incierto. Rusia dice que contraproducente. Lo veremos en breve