Las esposas de los candidatos también hacen campaña
Michelle Obama y Ann Romney aventajan a sus maridos en popularidad mientras cruzan el país de costa a costa pidiendo el voto para sus esposos
Yolanda Monge Washington 15 OCT 2012 – 20:33 CET
Es fácil superar a alguien en popularidad cuando no se está sometido al desgaste diario del poder, cuando se aparece para dar las entrevistas rosas que hablan de las bondades de los candidatos y lo bien que cocinan pancakes los sábados por la mañana en la intimidad del hogar. Tanto Michelle Obama como Ann Romney aventajan a sus esposos en prestigio. La señora de Barack Obama tiene una popularidad del 69% -su marido del 56%-. La esposa de Mitt Romney un 52% -su esposo el 45%-.
Con estas cifras en mente- de una encuesta de The Washington Post / ABC de la semana pasada-, las mujeres de los aspirantes a ganar la Casa Blanca el próximo 6 de noviembre hacen campaña casi a diario en los Estados más comprometidos para sus parejas con la intención de arañar el voto –sobre todo femenino y que favorece a Obama -51%-48%-.
Tras su debut en la convención republicana de Tampa, Ann Romney se ha convertido en una foco de información en sí misma, al margen de la campaña de su marido. La señora de Romney tiene su propio avión para sus desplazamientos, organiza sus propios actos de recaudación de fondos y ha concedido más entrevistas que su marido. Hace días llegó incluso a competir con Barack Obama al aparecer en un mitin en la ciudad de Henderson, el Estado de Nevada, donde el presidente se encontraba preparando el fatídico debate de Denver que le ha condenado a ser segundo en las encuestas.
La agenda de Ann Romney no siempre estuvo tan repleta de actos ni compromisos. La campaña tuvo en mente la enfermedad que sufre –esclerosis múltiple- y que le jugó una mala pasada durante las difíciles jornadas anteriores al super martes –que en esta ocasión fue el 6 de marzo-. Sin embargo, Romney se ha embarcado en el papel de vender la imagen de su marido de costa a costa.
Michelle Obama –la más popular de todos- se debe a la agenda de la Casa Blanca pero su actividad electoral a tres semanas de los comicios presidenciales se ha vuelto frenética. Hoy ha votado por correo y ha llamado a quienes no vayan a poder acudir a las urnas en noviembre que copien su ejemplo -el presidente votará en Chicago el día 25-. El miércoles aparecerá en uno de los programas de televisión más vistos en la franja horaria de la mañana. Esta tarde se entregaba en un mitin en el disputado Ohio. Y la semana próxima volverá a Los Ángeles para protagonizar otras de esas multimillonarias cenas de recaudación de fondos organizadas por famosos, en esta ocasión ofrecida por el matrimonio Will Smith y su mujer Jada Pinkett Smith.
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