The White Man's Party

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¿Mujeres? ¿Qué mujeres? ¿Minorías? ¿Qué minorías?

Ésa ha sido la respuesta de los republicanos de la Cámara de Representantes a su derrota electoral en las elecciones del 6 de noviembre. Ese partido perdió la presidencia, vio reducida su minoría en el Senado y también perdió escaños en la Cámara de Representantes, aunque no la mayoría, debido precisamente a que había cambiado gran parte de los distritos electorales para favorecer a sus candidatos (es una práctica que se lleva aplicando en EEUU desde principios del siglo XIX y que hasta tiene nombre: gerrymandering).

La clave de la derrota republicana fue su escaso respaldo en tres grupos demográficos: las mujeres (en particular las mujeres solteras), los negros y los hispanos. De hecho, la comunidad de origen latinoamericano parece haber sido la clave de la reelección de Barack Obama, que también venció entre los asiáticos.

Así que los republicanos corren el riesgo de convertirse en el partido del hombre blanco.

Pero, a juzgar por cómo han elegido a sus líderes en la Cámara de Representantes, los republicanos no se han dado cuenta. De los 19 presidentes de comités de ese cuerpo legislativo, 19 son hombres blancos. La única mujer que hasta ahora ocupaba una posición de ese tipo, la congresista de Florida Ileana Ros-Lehtinen, deja el cargo debido a la limitación de mandatos. Su puesto es uno de los dos que todavía podrían ir a mujeres.

Todos esos cargos son para republicanos, dado que ese partido controla la cámara. Los máximos responsables de esa formación en la Cámara de Representantes, John Boehner y Eric Cantor son, evidentemente, hombres.

Estos datos, en sí mismos, no tienen significado político, pero sí simbólico. Obama logró el 55% del voto de las mujeres, frente al 46% de Romney; el 93% del voto negro y el 73% del de los latinos. Entre otras minorías, Obama consiguió el 73% de los votos.

El presidente perdió apoyos entre mujeres y afroamericanos con respecto a las elecciones de 2008. Pero su triunfo entre los latinos fue espectacular, en gran medida debido a la extrema oposición de los republicanos a cualquier vía que permitiera a los inmigrantes ilegales regularizar su situación.

Ahora, el Partido Republicano parece que quiere acercarse a esos grupos, sobre todo a los latinos. Pero con la elección de sus líderes, no lo está demostrando en la práctica. Más difícil lo tendrá si quiere nombrar un negro presidente de un Comité, ya que solo hay 2 representantes republicanos de esa raza, de un total de 234.

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