President Obama's summit with the presidents of Mexico and Canada was a missed opportunity to relaunch the free trade agreement between the three countries — which just turned 20 — but it produced a plan that, despite having passed almost unnoticed in the media, could have a very positive impact on the economic and cultural integration of North America.
Although much of the media coverage of the summit on Wednesday in Toluca, Mexico focused on cooperation agreements on energy and security, perhaps the most important were the conversations on Mexico’s plan to dramatically increase its flow of students to U.S. universities, and on joint scientific research and innovation centers in the next four years.
According to Mexican officials, during a bilateral meeting between Obama and Mexican President Enrique Peña Nieto on the sidelines of the summit, the Mexican president showed President Obama a sheet with a graphical explanation of his plan to increase the number of Mexican students in U.S. universities from 13,800 today to 100,000 by 2018.
If Mexico realizes its new program of student mobility to American universities, it could have a huge impact on the links between the U.S. and Mexico. The plan, a copy of which I was sent electronically, shows that Mexico plans to increase the number of students in U.S. universities to 27,000 this year, 46,000 in 2015, 64,500 in 2016, 82,000 in 2017 and 100,000 in 2018 — that is, a total of 319,500 students over the next four years. The Mexican plan, called Project 100,000, also aims to increase the number of U.S. students going to Mexico from the current 4,100 to 50,000 in 2018.
The current level of student exchanges between Mexico and Washington is woefully low. While China has 194,000 students at U.S. universities, India 100,000, South Korea 72,000 and Saudi Arabia 34,000, Mexico, with 13,800, is near the bottom of the list according to official U.S. figures. Even tiny Taiwan, Japan and Vietnam have more students in the U.S. than Mexico, or any other Latin American country.
But if the Project 100,000 plan is realized it will be one of the most ambitious of its kind. Obama announced a plan called 100,000 Strong in the Americas, which includes increasing the number of U.S. students in Latin America and Canada to 100,000. Brazil, in turn, has launched a Science Without Borders plan, which aims to send 100,000 Brazilian graduates to postgraduate programs, particularly in science and engineering, worldwide. And Chile has launched its own plan to send 6,000 young people abroad each year for graduate study.
Student mobility, especially that of foreign students to U.S. universities, is considered a key factor in helping countries become more competitive. Virtually all major rankings of the best universities in the world agree that the centers of higher learning in the United States remain at the top in scientific and technical investigation.
Mexican officials say they plan to pay for the enormous increase in student exchanges with public and private funds.
Sources close to the meeting in Toluca told me that during bilateral meetings, Mexico also sought help from Washington to facilitate visa procedures and reduce the costs of studies for Mexican students. In addition, to stimulate an increase in U.S. students in Mexico — there are fewer Americans studying in Mexico than in Costa Rica, Brazil and Argentina — Mexico has asked Washington to modify the “travel alerts" issued by the State Department to make clear that there are many violence-free areas in Mexico, Mexican officials say.
My opinion: It's truly a shame that Obama, Peña Nieto and Canadian Prime Minister Stephen Harper did not taken advantage of the 20th anniversary of the free trade agreement between the three countries to relaunch the North American trade bloc.
For example, they could have announced plans to remove all barriers to trade and service and to streamline supply chains of multinational companies, to be able to compete with China more effectively. However, the Obama administration has decided to focus its energy on the creation of the Trans-Pacific Partnership (TPP), a much broader economic bloc including much of Asia, as well as Mexico, Chile, Peru and Canada.
But if Mexico carries out its plan for student mobility to American universities, it will be the beginning of a cultural phenomenon that could have a huge impact on the links between the U.S. and Mexico, and will form the basis of a much deeper North American integration.
La cumbre del presidente Obama con los presidentes de México y Canadá fue una oportunidad perdida para relanzar el acuerdo de libre comercio entre los tres países, que acaba de cumplir 20 años, pero produjo un plan que, a pesar de haber pasado casi desapercibido en los medios, podrá tener un impacto muy positivo en la integración económica y cultural de Norteamamérica.
Aunque gran parte de la cobertura periodística de la cumbre celebrada el miércoles en Toluca, México, se centró en los acuerdos de cooperación en temas de energía y seguridad, quizás las conversaciones más importantes fueron las que giraron en torno al plan de México de aumentar dramáticamente su flujo de estudiantes a universidades de EE UU, así como las investigaciones científicas conjuntas y los centros de innovación, en los próximos cuatro años.
Según altos funcionarios mexicanos, durante la reunión bilateral de Obama con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto realizada al margen de la cumbe, el presidente mexicano le mostró al presidente Obama una lámina con una explicación gráfica de su plan para incrementar el número de estudiantes mexicanos en las universidades de EE UU de los 13.800 que hay en la actualidad a 100.000 para el 2018.
El póster, una copia del cual me fue enviada por correo electónico, muestra que México planea aumentar el número de sus estudiantes en las universidades estadounidenses en a 27.000 este año, 46.000 en el 2015, 64.500 en el 2016, 82.000 en el 2017 y 100.000 en el 2018. O sea, un total de 319.500 estudiantes durante los próximos cuatro años. El plan de México, llamado Proyecta 100.000, también contempla aumentar el número de estudiantes estadounidenses que van a México de los actuales 4.100 a 50.000 en 2018.
En este momento, el nivel de los intercambios estudiantiles de México con Washington es penosamente bajo. Mientras China tiene 194.000 estudiantes en universidades de EE UU, Estados Unidos, India 100.000, Corea del Sur 72.000 y Arabia Saudí 34.000, los 13.800 estudiantes mexicanos figuran casi al final de la lista, según cifras oficiales de EE UU. Hasta el diminuto Taiwan, así como Japón y Vietnam tienen más estudiantes en EE UU que México y que cualquier otro país latinoamericano.
Pero si el plan Proyecta 100.000 se concreta, será uno de los más ambiciosos de su clase. Obama ha anunciado su plan llamado Fuerza de 100.000 en las Américas, que contempla a aumentar el número de estudiantes de EE UU en Latinoamerica y Canadá a 100.000. Brasil, a su vez, ha lanzado el plan Ciencia sin fronteras que se propone enviar 100.000 graduados brasileños a cursar posgrados, principalmente en ciencia e ingeniería, en todo el mundo. Y Chile ha lanzado su propio plan para enviar cada año a 6.000 jóvenes a realizar posgrados en el extranjero.
La movilidad estudiantil, especialmente la de estudiantes extranjeros a las universidades de EE UU, se considera un factor clave para ayudar a los países a ser más competitivos. Prácticamente todos los principales rankings de las mejores universidades del mundo coinciden en que los centros de altos estudios de EE UU siguen estando a la cabeza en investigación científica y técnica.
Los funcionarios mexicanos dicen que planean pagar el enorme incremento de intercambios estudiantiles con fondos públicos y privados.
Fuentes próximas a la reunión de Toluca me dijeron que, durante las reuniones bilaterales, México también pidió ayuda a Washington para facilitar los trámites de visa y reducir los costos de estudios para los estudiantes mexicanos. Además, para estimular un aumento de estudiantes de EE UU en México —actualmente hay menos estadounidenses estudiando en México que en Costa Rica, Brasil o Argentina—, México ha pedido a Washington que modifique las “alertas de viaje” publicadas por el Departamento de Estado, para dejar claro que hay en México muchas zonas libres de violencia, dicen los funcionarios mexicanos.
Mi opinión: Es una verdadera lástima que Obama, Peña Nieto y el primer ministro canadiense Stephen Harper no hayan aprovechado el 20 aniversario del acuerdo de libre comercio entre los tres países para relanzar el bloque comercial norteamericano.
Por ejemplo, podrían haber anunciado planes de eliminar todas las barreras de comercio y servicio que quedan, para hacer más eficientes las cadenas de abastecimiento de las empresas multinacionales, y poder así competir con China de manera más eficaz. Sin embargo, la administración Obama ha decidido concentrar su energía en la creación de la Sociedad Trans Pacífica (TPP), un bloque económico mucho más amplio que incluirá gran parte de Asia, así como México, Chile, Perú y Canadá.
Pero si México concreta su nuevo programa de movilidad estudiantil a las universidades de Estados Unidos, será el principio de un fenómeno cultural que podría tener un enorme impacto en los vínculos entre EE UU y México, y sentará la base de una integración mucho más profunda en América del Norte.
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These costly U.S. attacks failed to achieve their goals, but were conducted in order to inflict a blow against Yemen, for daring to challenge the Israelis.