New ‘Trialogue’ with Mexico and the US

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La cita ocurre mientras el gobierno estadounidense ratifica que no concederá ningún beneficio a los niños migrantes no acompañados, al tiempo que la prensa internacional anuncia la intención del presidente Barack Obama de destinar cuatro mil millones para atención humanitaria y facilitar la repatriación de estos infantes.

A simple vista, ambos hechos pueden interpretarse como contradicciones entre las expectativas de los países del triángulo norte de Centroamérica y las disposiciones del Gobierno de EE. UU. Sin embargo, hay que entender la complejidad de la situación para apreciar con justicia lo que acontece.

Es evidente la decisión de los tres países de articular abiertamente sus sistemas de seguridad interior para responder a la realidad actual, afectada por la criminalidad transnacional, que sí se ha coordinado para traspasar las fronteras sin mayor complicación durante muchos años. Un eje de seguridad regional define un nuevo escenario en el que disminuirá esa permeabilidad y afectará a los delincuentes. El control dejará de ser esfuerzo de cada país y se convertirá en una suma de apoyos para mejorar la seguridad de las naciones, tan afectadas por la violencia debida al crimen organizado.

No son hechos aislados los que se busca enfrentar con este esfuerzo político y diplomático. La participación del secretario de Seguridad Nacional de EE. UU., Jeh Johnson; del secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong, y del ministro de Gobernación de Guatemala, Mauricio López, permitirá que esas tareas conjuntas pasen de ser enunciados diplomáticos a acciones inmediatas. La idea del diálogo trilateral es producto de conversaciones entre los cancilleres de Guatemala y México, así como de sus embajadores en Washington.

Lo ocurrido ayer en el país se puede sintetizar en lo dicho por Osorio Chong, quien lo calificó de día histórico en las relaciones bilaterales Estados Unidos-Guatemala. La propuesta guatemalteca, aceptada con entusiasmo, es que se debe pasar del momento histórico a un ámbito de permanente y beneficioso diálogo trilateral. Fue fijada una segunda reunión a 60 días, en México.

Si se suma que México otorgará visa temporal de trabajo por dos años renovables a los guatemaltecos en Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Campeche, y que registrará biométricamente a los viajeros, se comprenderá que existe una válida preocupación no solo por limitar el tráfico de indocumentados, niños o adultos, sino por garantizar una respuesta humanitaria a una crisis migratoria. Es un avance importante, fruto de la diplomacia y los gobiernos de los países involucrados.

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