El socialista demócrata que podría llegar a la Casa Blanca
Para los electores demócratas, el factor principal al escoger por quién votar será sin duda decidir quién puede vencer a Donald Trump, aun si no están de acuerdo con sus ideas y políticas. Por tradición, aquel con más posibilidades ha sido el aspirante con ideología moderada y nunca al que los votantes consideran extremista. Esta vez es diferente, la balanza se está inclinando por Bernie Sanders, el precandidato más izquierdista de todos.
Esto lo confirmó una encuesta reciente realizada por The Washington Post y la cadena NBC al revelar que en estos momentos, demasiado temprano en el proceso, una gran mayoría de demócratas piensan que Sanders es el único que podría evitar la reelección de Trump.
Esto lo lograría si convence a la población de no mostrar la apatía tradicional y salir a votar en masa. Y si logra que los electores independientes, no afiliados a ningún partido, voten por él, especialmente en estados como Michigan, Wisconsin, Pennsylvania y Florida, entidades que deciden los 270 votos del Colegio Electoral que se requieren para ser Presidente.
Pero, ¿quién es Bernie Sanders, el senador por Vermont que se define a sí mismo como un socialista demócrata que casi le gana la nominación a Hillary Clinton en 2016? Tiene 78 años, nació en Brooklyn, Nueva York, en el seno de una familia de inmigrantes judíos. Fue alcalde de Burlington, una población de 43 mil habitantes al sur de la frontera con Canadá. En 1990 fue electo a la Cámara baja del Congreso estadunidense y en 2006 se convirtió en senador.
Con un estilo e ideología que no ha cambiado un ápice en las últimas cinco décadas, en la actualidad tiene millones de simpatizantes y seguidores, sobre todo entre la juventud. Es ésta la segunda vez que lo intenta, por lo que es uno de los aspirantes más conocidos, pero se le sigue considerando un extraño, sobre todo porque pretende ser nominado y encabezar un partido al que nunca se ha afiliado. Está registrado como independiente.
Mucho se discute lo que en realidad significa ser demócrata socialista. La mayoría considera que esté entre el comunismo y la democracia social que es tan común en Europa. Sin embargo, estrictamente hablando, los expertos lo definen como aquel que no apoya al capitalismo y que considera que deben ser los mismos trabajadores los que controlen la producción.
Entre los puntos que Sanders propone si llega a la Oficina Oval, está el seguro médico para todos proporcionado por el gobierno; un salario mínimo de 15 dólares la hora, universidades públicas gratuitas y borrar toda deuda financiera derivada de préstamos bancarios tomados por individuos para pagar por su educación.
A Sanders desde siempre le molestan los millonarios, para él ellos son los verdaderos enemigos del pueblo. Sin embargo, en sus impuestos hechos públicos se ve que él y su segunda esposa, Jane O’Meara, de 65 años, tuvieron un ingreso de más de un millón de dólares en 2016 y 2017, en parte por regalías de sus libros. Actualmente, posee tres casas con valor total de aproximadamente dos millones de dólares, lo que lo coloca dentro del cinco por ciento de la población de clase media alta.
De llegar a ser el nominado de su partido, Sanders sería el primer candidato judío a la Presidencia de Estados Unidos. Sin embargo, si bien es cierto que la religión ha dejado de importar a los votantes, igual no se cree que su judaísmo le ayude mucho entre la comunidad judía, ya que tiene años en desacuerdo con Israel, sobre todo por cómo tratan a los palestinos. Es además un crítico asiduo del primer ministro Benjamín Netanyahu; mientras Trump se describe como su mejor amigo.
En política exterior, Sanders ha sorprendido por apoyar a Evo Morales, el depuesto presidente de Bolivia, y por un tiempo se negó a calificar a Nicolás Maduro de dictador. Sin embargo, nunca fue tan criticado como esta semana, cuando en televisión nacional elogió y se mostró partidario de algunas de las políticas seguidas por Fidel Castro en Cuba. Con esto logró lo hasta ahora inimaginable: unir a republicanos y demócratas de origen cubano en la Florida, sólo que en contra de él.
Nadie puede asegurar si a Bernie Sanders realmente ya nadie lo para. Va a la cabeza. Con él están no sólo los jóvenes sino la mayoría de mujeres y hombres demócratas, incluyendo a los latinos, como se vio en Nevada. Una gran prueba será la elección primaria este sábado en Carolina del Sur, donde el electorado es predominantemente afroamericano e influyente.
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