Instead of issuing statements about the possibility of Mexico becoming a failed state, the U.S. government should clean up corruption in security institutions, because “the cartels require corrupt U.S., not Mexican, authorities to bring in the drugs,” said President Felipe Calderón Hinojosa.
“I am fighting against corruption among Mexican authorities, and we are risking everything to clean house, but I believe that a good housecleaning is also needed on the other side of the border,” the president said yesterday in an AP interview.
The chief executive referred to “Operation Clean-Up," announced in the middle of 2008, which ended with the detention of 25 high officials accused of offering protection to drug cartels. Among those detained were Noé Ramírez Mandujano, former attorney for Special Investigations in Organized Crime; Ricardo Gutiérrez Vargas, former director of the Central National Bureau of Interpol in Mexico; and Arturo González Rodríguez, a Mexican army major attached to the presidential staff.
Recent reports from U.S. authorities have expressed concern over the increase in violence in Mexico, including one report asserting that their neighbor to the South, as well as Pakistan, runs the risk of becoming failed states, if the spiral of violence continues.
“When someone either at the State Department or in U.S. government intelligence says that Mexico lost control of part of its territory, first, it is not true and second, that attitude causes tremendous damage to Mexican authorities.”
He assured that, while authorities in Colombia have lost part of their territory to criminal or guerrilla groups, this has not occurred in Mexico, demonstrated by the fact that he is able to travel anywhere in the country.
The government protested the reports to U.S. authorities, and he confirmed receiving strong support from the new administration of President Barack Obama. “I am sure that he is receiving accurate information about what is happening in Mexico. And he clearly expressed to me his commitment to deal with this mutual problem, using a team approach,” he added.
However, Calderón admitted that his government has not been successful in communicating the country’s situation. “If one speaks of 6,500 crime-associated deaths last year, it seems that Mexicans are dying as victims of crime on the streets of Mexico City, and that isn’t so,” he said.
The president noted that, of the all the deaths, more than 90% were linked to organized crime. While acknowledging the problem of crime, he assured that 57% of the deaths were concentrated in three cities: Ciudad Juárez, Tijuana and Culiacán.
Later, while touring Saltillo and Coahuila, Calderón stated that he would not attempt to judge his predecessor, Vicente Fox, but said when he arrived at Los Pinos he understood the seriousness of organized crime: “He thought it was appendicitis, but in truth, it was invasive cancer.”
In a locally televised interview, the president was questioned as to whether omissions in combating crime included omissions made by Fox.
“I do not want to judge him, and I do respect and value him; I am only describing what I encountered. It was a very, very serious problem, and we are facing it,” he responded.
The president compared what happened in the beginning of his administration with a wrong diagnosis, saying that instead of an appendix problem, it was a metastasis covering a large area.
Calderón continued with the medical metaphor: “And this illness must be eradicated; and it will cost and hurt of course, but it must be done.”
He identified Ciudad Juárez as “the most violent place in the country,” because of disputes over trafficking and distribution.
He confided, however, that “there will be no master cartel; Mexico will be the master, and if we need to send in all the forces, the Army and the Navy, we will send them.”
He congratulated the government of Barack Obama on Wednesday’s operation, in which, Calderón remarked, PGR also participated.
“It is good that the U.S. is beginning to take this problem seriously,” he said, suggesting, “another aspect they must control is arms traffic to Mexico.”
Felipe Calderón: “EU también necesita limpiar la casa”
Redacción
Los cárteles necesitan corromper autoridades estadunidenses, no mexicanas, para introducir droga, afirmó el mandatario, quien sostuvo que la violencia asociada al narcotráfico se concentra sólo en tres ciudades: Juárez, Tijuana y Culiacán
Más que declaraciones sobre la posibilidad de que México se convierta en un Estado fallido, lo que el gobierno de Estados Unidos debe hacer es limpiar la corrupción en las instituciones de seguridad, pues “los cárteles necesitan corromper autoridades estadunidenses, no mexicanas, para introducir droga”, dijo el presidente Felipe Calderón Hinojosa.
“Yo estoy haciendo mi lucha contra la corrupción en las autoridades mexicanas y estamos arriesgándolo todo por limpiar la casa, pero yo creo que también falta una buena limpieza del otro lado de la frontera”, dijo ayer el mandatario en entrevista con la agencia AP.
El jefe del Ejecutivo se refirió a la llamada Operación Limpieza, anunciada a mediados del año pasado y que ha concluido con la detención de 25 altos funcionarios acusados de brindar protección a los cárteles de la droga. Entre los detenidos están Noé Ramírez Mandujano, ex subprocurador de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada; Ricardo Gutiérrez Vargas, ex director de la Oficina Central Nacional de Interpol en México; y Arturo González Rodríguez, mayor del Ejército mexicano adscrito al Estado Mayor Presidencial.
Reportes recientes de autoridades estadunidenses han expresado sus preocupaciones por el incremento de la violencia en México, e incluso en uno de ellos se aseguró que su vecino del sur y Pakistán corrían el riesgo de convertirse en estados fallidos si la espiral violenta se mantenía.
“Cuando alguien en el Departamento de Estado o en el área de Inteligencia del gobierno estadunidense dice que México perdió parte de su territorio, primero no es cierto y, segundo, esa actitud hace un daño tremendo en las autoridades mexicanas”, señaló.
Aseguró que mientras en Colombia, las autoridades sí han perdido parte de su territorio a manos de grupos criminales o la guerrilla, en México no ha ocurrido, y una muestra es que él puede viajar a cualquier parte del país.
Refirió que tras esos reportes, su gobierno protestó ante las autoridades estadunidenses y afirmó que recibió “un fuerte apoyo” de la nueva administración del presidente Barack Obama. “Estoy seguro que él está recibiendo la información correcta sobre lo que está pasando en México. Y él me expresó claramente su compromiso para enfrentar este problema común en una forma común”, añadió.
Calderón admitió, sin embargo, que su gobierno no ha sido exitoso en difundir la situación en el país. “Si uno habla de seis mil 500 muertos asociados al crimen organizado el año pasado, parece que están cayendo los mexicanos en las calles de la Ciudad de México víctimas del crimen, y esto no es así”, dijo.
El Presidente señaló que del total de muertos, más de 90 por ciento está vinculado con el crimen organizado y pese a reconocer el problema de criminalidad, aseguró que 57 por ciento de esas muertes se concentran en tres ciudades: Ciudad Juárez, Tijuana y Culiacán.
Más tarde, de gira por Saltillo, Coahuila, Calderón aclaró que no pretende juzgar a su antecesor Vicente Fox, pero dijo que cuando llegó a Los Pinos comprendió que la gravedad del crimen organizado era mayor: “Se pensaba que era una apendicitis y la verdad es que era un cáncer que había invadido”.
En entrevista con una televisora local, el mandatario federal fue cuestionado sobre si las omisiones del pasado en materia de combate a la delincuencia incluían también al guanajuatense.
“No quiero yo juzgarlo y lo respeto y le aprecio; simplemente describo lo que yo encontré: fue un problema muy, muy serio, y lo estamos enfrentando”, respondió.
El Ejecutivo comparó lo ocurrido en el inicio de su gestión con un diagnóstico equivocado, pues en vez de ser un problema de apéndice, se trataba de una metástasis en “una buena parte del área”.
Calderón continuó con la metáfora médica: “Y lo que hay que hacer es extirpar esta enfermedad; y cuesta y duele, por supuesto, pero es lo que hay que hacer”.
Definió a Ciudad Juárez como “el punto más violento del país” porque ahí se están disputando esa plaza de tráfico y distribución.
Confió sin embargo que ahí “no va a dominar ningún cártel ni otro, aquí va a dominar el Estado mexicano y si para eso tenemos que meter toda la fuerza, el Ejercito y la Marina, la vamos a meter”.
Felicitó al gobierno de Barack Obama por el operativo de este miércoles, en la que, remarcó Calderón, también participó la PGR.
“Qué bueno que Estados Unidos empiece a tomar más en serio este problema, otro aspecto que tienen que controlar es el tráfico de armas hacia a México”, planteó.
Los cárteles necesitan corromper autoridades estadunidenses, no mexicanas, para introducir droga, afirmó el mandatario, quien sostuvo que la violencia asociada al narcotráfico se concentra sólo en tres ciudades: Juárez, Tijuana y Culiacán
Más que declaraciones sobre la posibilidad de que México se convierta en un Estado fallido, lo que el gobierno de Estados Unidos debe hacer es limpiar la corrupción en las instituciones de seguridad, pues “los cárteles necesitan corromper autoridades estadunidenses, no mexicanas, para introducir droga”, dijo el presidente Felipe Calderón Hinojosa.
“Yo estoy haciendo mi lucha contra la corrupción en las autoridades mexicanas y estamos arriesgándolo todo por limpiar la casa, pero yo creo que también falta una buena limpieza del otro lado de la frontera”, dijo ayer el mandatario en entrevista con la agencia AP.
El jefe del Ejecutivo se refirió a la llamada Operación Limpieza, anunciada a mediados del año pasado y que ha concluido con la detención de 25 altos funcionarios acusados de brindar protección a los cárteles de la droga. Entre los detenidos están Noé Ramírez Mandujano, ex subprocurador de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada; Ricardo Gutiérrez Vargas, ex director de la Oficina Central Nacional de Interpol en México; y Arturo González Rodríguez, mayor del Ejército mexicano adscrito al Estado Mayor Presidencial.
Reportes recientes de autoridades estadunidenses han expresado sus preocupaciones por el incremento de la violencia en México, e incluso en uno de ellos se aseguró que su vecino del sur y Pakistán corrían el riesgo de convertirse en estados fallidos si la espiral violenta se mantenía.
“Cuando alguien en el Departamento de Estado o en el área de Inteligencia del gobierno estadunidense dice que México perdió parte de su territorio, primero no es cierto y, segundo, esa actitud hace un daño tremendo en las autoridades mexicanas”, señaló.
Aseguró que mientras en Colombia, las autoridades sí han perdido parte de su territorio a manos de grupos criminales o la guerrilla, en México no ha ocurrido, y una muestra es que él puede viajar a cualquier parte del país.
Refirió que tras esos reportes, su gobierno protestó ante las autoridades estadunidenses y afirmó que recibió “un fuerte apoyo” de la nueva Los cárteles necesitan corromper autoridades estadunidenses, no mexicanas, para introducir droga, afirmó el mandatario, quien sostuvo que la violencia asociada al narcotráfico se concentra sólo en tres ciudades: Juárez, Tijuana y Culiacán
Más que declaraciones sobre la posibilidad de que México se convierta en un Estado fallido, lo que el gobierno de Estados Unidos debe hacer es limpiar la corrupción en las instituciones de seguridad, pues “los cárteles necesitan corromper autoridades estadunidenses, no mexicanas, para introducir droga”, dijo el presidente Felipe Calderón Hinojosa.
“Yo estoy haciendo mi lucha contra la corrupción en las autoridades mexicanas y estamos arriesgándolo todo por limpiar la casa, pero yo creo que también falta una buena limpieza del otro lado de la frontera”, dijo ayer el mandatario en entrevista con la agencia AP.
El jefe del Ejecutivo se refirió a la llamada Operación Limpieza, anunciada a mediados del año pasado y que ha concluido con la detención de 25 altos funcionarios acusados de brindar protección a los cárteles de la droga. Entre los detenidos están Noé Ramírez Mandujano, ex subprocurador de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada; Ricardo Gutiérrez Vargas, ex director de la Oficina Central Nacional de Interpol en México; y Arturo González Rodríguez, mayor del Ejército mexicano adscrito al Estado Mayor Presidencial.
Reportes recientes de autoridades estadunidenses han expresado sus preocupaciones por el incremento de la violencia en México, e incluso en uno de ellos se aseguró que su vecino del sur y Pakistán corrían el riesgo de convertirse en estados fallidos si la espiral violenta se mantenía.
“Cuando alguien en el Departamento de Estado o en el área de Inteligencia del gobierno estadunidense dice que México perdió parte de su territorio, primero no es cierto y, segundo, esa actitud hace un daño tremendo en las autoridades mexicanas”, señaló.
Aseguró que mientras en Colombia, las autoridades sí han perdido parte de su territorio a manos de grupos criminales o la guerrilla, en México no ha ocurrido, y una muestra es que él puede viajar a cualquier parte del país.
Refirió que tras esos reportes, su gobierno protestó ante las autoridades estadunidenses y afirmó que recibió “un fuerte apoyo” de la nueva administración del presidente Barack Obama. “Estoy seguro que él está recibiendo la información correcta sobre lo que está pasando en México. Y él me expresó claramente su compromiso para enfrentar este problema común en una forma común”, añadió.
Calderón admitió, sin embargo, que su gobierno no ha sido exitoso en difundir la situación en el país. “Si uno habla de seis mil 500 muertos asociados al crimen organizado el año pasado, parece que están cayendo los mexicanos en las calles de la Ciudad de México víctimas del crimen, y esto no es así”, dijo.
El Presidente señaló que del total de muertos, más de 90 por ciento está vinculado con el crimen organizado y pese a reconocer el problema de criminalidad, aseguró que 57 por ciento de esas muertes se concentran en tres ciudades: Ciudad Juárez, Tijuana y Culiacán.
Más tarde, de gira por Saltillo, Coahuila, Calderón aclaró que no pretende juzgar a su antecesor Vicente Fox, pero dijo que cuando llegó a Los Pinos comprendió que la gravedad del crimen organizado era mayor: “Se pensaba que era una apendicitis y la verdad es que era un cáncer que había invadido”.
En entrevista con una televisora local, el mandatario federal fue cuestionado sobre si las omisiones del pasado en materia de combate a la delincuencia incluían también al guanajuatense.
“No quiero yo juzgarlo y lo respeto y le aprecio; simplemente describo lo que yo encontré: fue un problema muy, muy serio, y lo estamos enfrentando”, respondió.
El Ejecutivo comparó lo ocurrido en el inicio de su gestión con un diagnóstico equivocado, pues en vez de ser un problema de apéndice, se trataba de una metástasis en “una buena parte del área”.
Calderón continuó con la metáfora médica: “Y lo que hay que hacer es extirpar esta enfermedad; y cuesta y duele, por supuesto, pero es lo que hay que hacer”.
Definió a Ciudad Juárez como “el punto más violento del país” porque ahí se están disputando esa plaza de tráfico y distribución.
Confió sin embargo que ahí “no va a dominar ningún cártel ni otro, aquí va a dominar el Estado mexicano y si para eso tenemos que meter toda la fuerza, el Ejercito y la Marina, la vamos a meter”.
Felicitó al gobierno de Barack Obama por el operativo de este miércoles, en la que, remarcó Calderón, también participó la PGR.
“Qué bueno que Estados Unidos empiece a tomar más en serio este problema, otro aspecto que tienen que controlar es el tráfico de armas hacia a México”, planteó.
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