The regional discussion forums about education reform — agreed to last week by the national coordinator of education workers and the secretary of the interior — began yesterday in Michoacán with the broad rejection by hundreds of teachers of the modifications to Articles 3 and 73 of the constitution. These changes, endorsed by the Mexico Pact, have in recent months caused discontent within magisterial sectors and provoked a worrying political tension, especially in Guerrero, Michoacan and Oaxaca.
The realization of these discussion forums occurs days after a widespread social movement — whose protests lasted months — achieved the cancellation of standardized tests in reading and math in schools in Seattle, the outcomes of which were traditionally used to evaluate the performance of students, teachers and school centers.
The mobilization of teachers, students and parents of families in Seattle forms part of a much larger movement in our neighboring land against education reforms very similar to those that are currently trying to be imposed in Mexico. The tests, based on a reductionist approach, are inappropriate for education and ineffective in eradicating the deeply embedded lags in teaching in the U.S. educational system. This way of determining whether schools “pass” or “fail” has assaulted public schools and favored the creation of business opportunities for individuals. An example is the recent closure of almost 50 schools in marginal zones of Chicago, whose students, the majority African-American and Mexican, will be reassigned to charter schools, which benefit from public funds but are administered by private hands.
Given the evidence that discredits standardized testing evaluation and the movements in their country of origin to replace them, it is incomprehensible that a country like ours would attempt to use the same models, especially when the conditions of social equality, cycles of neglect and state-run educational institutions are more pronounced factors than in the U.S. In Mexico the institutional settings are weaker and more decomposed than those of the northern nation and could easily become a factor of lawlessness and social unrest.
The creation of the discussion forums that began yesterday in Michoacan certainly represents an important change of tone with respect to the one-sidedness of the education reform debate in [the Mexican] Congress. This shows its disposition to at least listen to other points of view, coming from sectors crucial to the reform. But this is not enough. It is also necessary that, within these forums, we develop an honest environment for discussion and are willing to correct errors committed in the recent process of constitutional amendment. We can start with the absurdity of approving a reform that was discussed behind the backs of teachers, as well as the lack of attention to and analysis of the vile statistics that other countries with these policies have produced, before we implement the same in our country.
Los foros regionales de discusión sobre la reforma educativa –acordados la semana pasada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y la Secretaría de Gobernación– comenzaron ayer en Michoacán con un amplio rechazo de cientos de docentes a las modificaciones a los artículos 3 y 73 de la Constitución, avaladas en el contexto del Pacto por México, que en meses recientes han dado lugar al descontento de sectores magisteriales y a una preocupante tensión política, sobre todo en entidades como Guerrero, Michoacán y Oaxaca.
Asimismo, la realización de estos foros de discusión ocurre pocos días después de que un extendido movimiento magisterial y social, cuyas protestas se prolongaron durante meses, logró la anulación de pruebas estandarizadas de lectura y matemáticas en las secundarias de Seattle, con las cuales se buscaba evaluar el desempeño de estudiantes, docentes y centros escolares de esa urbe estadunidense.
La movilización de profesores, estudiantes y padres de familia de Seattle forma parte de una rebelión mucho más amplia en el vecino país en contra de reformas educativas muy similares a la que se pretende imponer en el nuestro, basadas en un enfoque tan reduccionista como improcedente de la enseñanza y la evaluación educativa; inoperantes en lo que se refiere a la erradicación de los rezagos en la enseñanza –los cuales persisten y se profundizan en todo el sistema educativo estadunidense– y que ha terminado por revelarse como una embestida en contra de la escuela pública y en favor de la creación de oportunidades de negocio para particulares. Ejemplo de ello es el reciente cierre de medio centenar de escuelas en zonas marginales de Chicago, cuyos alumnos –en su mayoría niños afroestadunidenses y de origen mexicano– serán reasignados a las llamadas escuelas chárter, beneficiarias de recursos públicos, pero administradas por manos privadas.
Ante la evidencia del descrédito que acusa el paradigma de la evaluación educativa estandarizada en su país de origen, y habida cuenta del avance en los esfuerzos magisteriales y sociales por remplazarlo, resulta incomprensible el empeño por continuar y profundizar ese mismo modelo en países como el nuestro, donde las condiciones de desigualdad social y abandono de los ciclos y planteles educativos a cargo del Estado son mucho más acentuadas que en Estados Unidos, y donde el descontento magisterial, inmerso en un entorno institucional mucho más débil y descompuesto que el de la nación norteña, puede tornarse en un factor de ingobernabilidad y explosividad social.
La realización de los foros de discusión –que comenzaron ayer en Michoacán– es, ciertamente, un cambio de matiz importante respecto de la unilateralidad con que fue impuesta la reforma educativa en el Congreso y muestra disposición de las autoridades educativas y legislativas a cuando menos escuchar los puntos de vista de la disidencia magisterial y de los sectores críticos a la reforma. Pero ello es insuficiente: es necesario también que estos espacios deriven en verdaderos ámbitos de discusión y rectificación de los errores cometidos en el reciente proceso de modificación constitucional –empezando por el despropósito de aprobar una reforma como la comentada mediante un arreglo cupular y de espaldas al magisterio–, así como de atención y análisis respecto de los nefastos resultados que han arrojado en otros países las mismas políticas que pretenden adoptarse en el nuestro.
Retrasados
Alex Ortiz
La "Clase Gobernante" de este país es sumamente refractaria al cambio. El neoliberalismo impuesto por el imperio norteamericano y sus aliados europeos, se aplica con mayor crudeza en los paises en vías de desarrollo, en sus propios paises hay proteccionismo. Lo mismo pasa con la reforma educativa y la legalización de drogas recreativas. Parece que más que nada es un atraso democrático y político generado por la élite política.
Primero, el imprescindible, ¿Qué hacer ?
Rafael Alfonso Serrano Cancino
A ver maestros, congresistas y autoridades de México ¿Qué llega a hacer, a la una de la tarde, un niño de 9 años a su casa en una colonia marginada urbana?, ¿A enfrentar a una madre estresada que no tiene para darle de comer?, ¿A sufrir las frustraciones de un padre en proceso de alcoholización?, ¿A lanzarse a la calle para juntarse con otros, vagar y ver si “cae algo”? ¿Por qué no se queda en la escuela, come, práctica algún deporte, hace su tarea, aprende un oficio técnico y a las 6 de la tarde regresa a casa a convivir con los padres? ¿Qué no es esta la verdadera obligación del Estado?, ¿Qué no es este el sentido de la discusión sobre la cuestión educativa?, ¿Acaso el paternalismo del Estado con los niños no es una virtud altamente redituable?, ¿Qué sentido tiene dejarle la formación de los niñ@s y jóvenes a negociantes voraces, como se observa en el universo de escuelas y universidades patito, que pululan por todo México?, la cuestión es de política educativa pertinente, ¿o no?
Reforma educativa.
cabonorma@hotmail.com
A quienes habrìa que hacerles exàmenes es a nuestros funcionarios para saber si realmente conocen a nuestro paìs y sus necesidades.
Critica al modelo educativo I
Rafael Alfonso Serrano Cancino
El modelo educativo básico vigente es un producto en el cual el maestro y los alumnos, no son factores causales, sino resultantes de un sistema jurídico-politico y económico, dirigido por grupos de poder político y económico, quienes desafortunadamente se benefician de un precario estado de cosas; este modelo hace caso omiso de la problemática económica y psicosocial por la que atraviesan gran parte de las familias mexicanas, de manera tal que si el niño no tiene que comer, es vejado, violado, maltratado por los padres y presenta problemas de inestabilidad emocional, factores que repercuten directamente en su rendimiento escolar y proceso escolar de socialización, el sistema escolar no tiene contemplado algún mecanismo efectivo de intervención. ¿Le interesa esto a maestros, congresistas y autoridades de México?
Critica al modelo educativo II
Rafael Alfonso Serrano Cancino
Además de abordar con poca eficiencia, sin atacar causas, los problemas de analfabetismo, lento aprendizaje, inasistencia, deserción escolar, considera al ser humano como un objeto, es acentuadamente vertical y no estimula la creatividad y desarrollo de la inteligencia, ni activa por ende la cultura en su amplia acepción (ciencia, tecnología, arte, deporte, normas y tradición), de forma que el alumno es un objeto que absorbe conocimientos acríticamente, es un dato estadístico en el grupo, no una persona sujeto activo de conocimiento y con características muy personales; por ende el promedio del rendimiento cualitativo académico es bajo y crea analfabetas funcionales, a tal punto que ni los profesionistas egresados de universidades, tienen la costumbre de leer y escribir; ¿ A ver maestros, congresistas y autoridades de México, no es esto importante? .
[T]he U.S. led postwar order is unravelling. In its place, a contest for influence and legitimacy is gathering pace, with China eager to fill the vacuum.