Purchase of votes, threats against voters and many other fraud maneuvers in addition to the abstention of nearly half the population. All of these elements contributed to last Sunday’s electoral victory for Juan Manuel Santos. Santos’ only mission constitutes finalizing the conversion of Colombia into the Israel of America.
Beyond the flawed electoral process that will culminate in its second round on June 30 when Juan Manuel Santos runs against Antanas Mockus, lies the fact that the hegemonic power bets on the continuity of Alvaro Uribe Velez’s management. Such a bet is grounded in the fact that Uribe aims to continue utilizing the Colombian territory as a stage for the preparation of military and intelligence actions. He wants to extend the usage of military bases and political dominion.
Juan Manuel Santos, like Uribe, is a son of the oligarchic groups that, at the end of the 1980s, unleashed a slaughter of revolutionaries during which around five thousand militants of the Patriotic Union (a political party) were killed.
In the past, the former defense minister directed the reinforcement of military and intelligence cooperation between Israel and Colombia.
Between 2007 and 2008, Santos visited Israel on multiple occasions and approved various agreements. This relationship has grown under the auspices of the U.S. Thus, during the Colombian army's incursion into Ecuadorian territory in March of 2008, Israel’s technology and logistics support were utilized.
In his campaign, Santos said he was proud of having ordered the attack, which caused Raul Reyes’ death. Raul Reyes was the commander of the Revolutionary Armed Forces of Colombia; the attack caused 23 other casualties. Santos has also stated that he would be willing to order similar military actions when he considers them necessary.
Isn’t this the profile of a future aggressor, sellout and war-mongering governor?
Santos' attitude is similar to that of Benjamin Netanyahu, the Israeli fundamentalist, whose government just launched a military operation against civilians that were transporting humanitarian aid to Gaza. The operation caused 14 deaths.
In the face of this unspeakable action, which occurred the last weekend, the U.S. government, like that of Canada (where Netanyahu was visiting), says that it is trying to understand what happened and laments the death of these victims.
The U.S. government did not issue a condemnation! In 2008, the Bush administration similarly failed to condemn the incursion of the Colombian army into Ecuador. However, Obama's tepid reaction to the crime committed by Netanyahu and his people paints a picture of his entire administration.
Therefore, it is not strange that the U.S. continues to push Santos along until he arrives at the Casa de Narino… and that the U.S. plans “to understand” the actions he will initiate against neighbors like Ecuador and Venezuela… actions that our people will repudiate without hesitation…
Compras de votos, amenazas a los votantes y muchas otras maniobras de fraude, además de la abstención de casi la mitad de la población. Todos estos elementos rodean la victoria electoral el pasado domingo de Juan Manuel Santos, quien tiene por misión terminar de convertir a Colombia en el Israel de América.
Más allá de lo viciado del proceso electoral que culminará el 30 de junio con la segunda vuelta a la que concurrirán Juan Manuel Santos y Antanas Mockus, está el hecho de que el poder hegemónico apuesta a la continuidad de la gestión de Álvaro Uribe Vélez, porque pretende seguir utilizando el territorio colombiano como escenario para preparar acciones militares y de inteligencia. Quiere prolongar en el tiempo el uso de las bases militares y el dominio político.
Juan Manuel Santos, como Uribe, es hijo de los grupos oligárquicos que desataron a finales de la década de 1980 una cacería de revolucionarios en la que asesinaron 5 mil militantes de la Unión Patriótica.
El ex ministro de Defensa tiene en su historial el haber dirigido el reforzamiento de la cooperación militar y de inteligencia entre Israel y Colombia.
Entre los años 2007 y 2008, Santos realizó varias visitas Israel y firmó varios acuerdos. Es una relación auspiciada por Estados Unidos. Por eso, en la incursión del Ejército de Colombia en territorio ecuatoriano, en marzo del año 2008, hubo tecnología y apoyo logístico de Israel.
Siendo candidato, Santos dijo sentirse orgulloso de haber ordenado el ataque, en el cual murió Raúl Reyes, comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, y fueron asesinadas otras 23 personas. Declaró que estaría dispuesto a ordenar acciones similares, si lo considera necesario.
¿No es el perfil de un futuro gobernante guerrerista, agresor y entreguista?
Es una actitud similar a la de Benjamín Netanyahu, el fundamentalista israelí cuyo gobierno lanzó una operación militar contra un grupo de civiles que llevaban ayuda humanitaria a Gaza. Hubo 14 muertos.
Ante la incalificable acción, realizada el pasado fin de semana, el gobierno de Estados Unidos, como el de Canadá (donde estaba de visita Netanyahu), dice que trata de entender lo que ocurrió y lamenta la muerte de esas personas.
¡No emitió un calificativo! La Administración Bush, en el año 2008, tampoco condenó la incursión en Ecuador del Ejército de Colombia; pero retrata de cuerpo entero a la Administración Obama la tibieza con que reaccionó ante el crimen cometido por Netanyahu y su gente.
No es extraño, pues, que siga impulsando a Santos hasta llevarlo a la Casa de Nariño... Y que planee “comprender” las acciones que éste emprenda contra vecinos como Ecuador y Venezuela... Acciones que nuestros pueblos tendrán que repudiar sin vacilación...
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