Las técnicas y tácticas de Trump están en auge. Algunos ejemplos cercanos.
La arenga. El discurso incendiario. La convocatoria por Twitter. El asalto al Capitolio. Las denuncias del voto robado. El bochorno. Nada le sirvió a Donald Trump para quedarse en la Casa Blanca. Se fue quemando las naves, haciendo berrinche. Y con muertos en las manos. La escena de su final con el Air Force One despegando de la Base Andrews con Frank Sinatra de fondo, entonando “My Way”, fue lo único parecido a una partida “grandiosa”.
Y, sin embargo, el modelo Trump “for export” es un éxito. Sus técnicas y tácticas, sus frases y sus argumentos lejos de caer en desuso se han multiplicado a lo largo y ancho del globo como un plagio.
Un ejemplo reciente ocurrió el 7 de septiembre en las marchas que Jair Bolsonaro convocó para el Día de la Independencia en Brasil; una demostración de fuerza dedicada a la Corte Suprema con la cual está enemistado.
Como Trump en La Elipse, Jair llenó de gente las calles. Y se dirigió a la multitud en el mismo tono peligroso que usó el republicano. El temor en Brasilia era que todo terminara como el desastre de Washington. Se habló de golpe y otras amenazas. Pero eso no pasó.
Una de las imágenes que el manual del perfecto trumpista tomó para sí fue la de Jake Angeli alias ‘Yellowstone Wolf’ (el lobo de Yellowstone), un seguidor del movimiento conspiracionista QAnon y una de las caras más visibles del asalto al Capitolio.
Con gorro de piel y cuernos, barba, el rostro pintado con los colores patrios, este “chamán” de cuello rojo y en cueros desafió el frío polar de Washington y lideró la invasión, convirtiéndose en el epítome de esa barbaridad.
Volviendo a las marchas del 7 de septiembre, los medios dieron con un hallazgo: la versión latina del legendario Jake.
Manifestante a favor del presidente Jair Bolsonaro, en las calles de San Pablo. Foto: AFP
Manifestante a favor del presidente Jair Bolsonaro, en las calles de San Pablo. Foto: AFP
Como un meme de su par estadounidense, las cámaras eternizaron a ese fan de Bolsonaro con gorro de piel y cuernos, barba, el rostro pintado con los colores patrios y cara de tipo malo. Los bolsonaristas compraron el manual completo.
Más atrás en el tiempo, la derrota de Keiko Fujimori en Perú, en junio pasado, y su estrategia de lanzar una ofensiva legal para revertir los resultados electorales también sonaron a manual de Trump. Y como éste, la candidata tampoco consiguió nada.
Más aquí y acá, algún candidato local de melena alborotada y discurso libertario parece también haber adquirido el manual. Y si los números en noviembre le otorgan una banca en el Congreso, habrá que ver qué hace con él.
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