Everyone was celebrating Cinco de Mayo. All commercial establishments were announcing discounts. In their programing, TV stations included set designs, contests and various Mexican themes to celebrate the defeat of the French. The president himself talked about the Battle of Puebla and congratulated the attendees in a party organized in his official residence, where over a thousand people mingled, commemorating this date and listening to the Youth Symphony Orchestra Esperanza Azteca (Aztec Hope).
But this did not happen in Mexico City or Puebla. It took place in the USA.
President Obama led a magnificent celebration. He invited a large number of people to the White House and presented a very valuable social and cultural project. He asked children from Los Angeles and children from Puebla, who are part of Esperanza Azteca Orchestras in their cities, to play classical music.
Thus, a binational youth orchestra was formed with members from the Esperanza Azteca Orchestras from Los Angeles and the city of Puebla. Children and youth between 7 and 17 years old impressed the attendees.
They were young people who, not so long ago, not only could not play classical music, but did not know how to play any instruments, and who today can do so well and with emotion. They have played with Plácido Domingo, Joshua Bell and, soon, will be playing with Yo-Yo Ma.
President Barack Obama asked for a big round of applause for his small musical guests led by Ricardo Salinas, saying: "We are very, very proud of them."
Before the orchestra started playing in Los Angeles, Mayor Eric Garcetti said about Esperanza Azteca: “This demonstrates the power of collaboration between government, business and nonprofit organizations in improving the lives and education of Los Angeles children and strengthening our community.”
What is powerful about this event is that it was the U.S. that invited Esperanza Azteca to artistically educate its children and youth. This is not common, even less so in the cultural classical scene.
Esperanza Azteca is a success, Clinton also said, before affirming a few months ago at the Clinton Global Initiative in New York: “Now, for the rest of my life, I have an example that talent is evenly distributed in the universe. Only opportunity is not."
Clinton inviting Mexican children and youth to close his CGI annual meeting, and Obama inviting these same artists to the White House is an extremely good sign that this project is honoring Mexico's name.
I am convinced that, as a country, we must turn around to see our children and young people and give them more and better opportunities.
No one can deny that it is very important, but instead of using all our energy to see if a teacher works more or fewer hours, makes more or less money, let us give children the opportunity they deserve of having programs where adults come together for their benefit.
The focus should not be exclusively on the structure of education, but on every child, every individual. Change is possible this way.
Todos celebraban el 5 de Mayo. Los establecimientos comerciales anunciaban descuentos. Las televisoras incluían en su programación escenografías, concursos y variedad con temas mexicanos para festejar la derrota de los franceses. El mismísimo Presidente habló de la Batalla de Puebla y felicitó a los asistentes en una fiesta organizada en la residencia oficial, en donde departieron más de mil personas conmemorando esa fecha y escuchando a la Orquesta Sinfónica Infantil Esperanza Azteca.
Pero eso no ocurrió en la ciudad de México, ni en Puebla. Aconteció en Estados Unidos.
El presidente Obama encabezó una celebración muy lucidora. Invitó a la Casa Blanca a un gran número de personas y presentó un proyecto social y cultural muy valioso. Solicitó que tocaran música clásica, niños de Los Ángeles y niños de Puebla que integran Orquestas Esperanza Azteca en sus ciudades.
Así, se formó una Orquesta Infantil Binacional con integrantes de las Orquestas Esperanza Azteca de Los Ángeles y de la ciudad de Puebla. Los niños y jóvenes de entre 7 y 17 años impresionaron a los asistentes.
Eran pequeños que hace poco, no sabían interpretar música clásica, ni tocar instrumento alguno, y que hoy lo hacen con calidad y emoción. Han acompañado a Plácido Domingo, Joshua Bell y próximamente a Yo-Yo Ma.
El presidente Barack Obama pidió un gran aplauso para sus pequeños invitados musicales, encabezados por Ricardo Salinas, de los cuales dijo: “Estoy muy, muy orgulloso de ellos”.
El alcalde Erik Garcetti comentó de Esperanza Azteca, al iniciar la Orquesta en Los Ángeles: “Esto demuestra el poder de la colaboración entre gobiernos, empresas y organizaciones sociales para mejorar la vida y la educación de nuestros niños y jóvenes”. “Es muy alentador”.
Lo poderoso de este suceso es que es Estados Unidos los que han invitado a Esperanza Azteca a educar artísticamente a sus niños y jóvenes. Esto no es común y menos en el ámbito cultural clásico.
Esperanza Azteca es un éxito, también había dicho Clinton, antes de aseverar hace unos meses en la Clinton Global Initiative, en Nueva York: “Ahora tengo un ejemplo y lo recordaré toda mi vida, que el talento está distribuido equitativamente en el universo, las oportunidades no”.
Que Clinton invite a los niños y jóvenes mexicanos a cerrar su reunión anual de la CGI y que Obama invite a estos mismos artistas a la Casa Blanca, es un signo muy positivo de que este proyecto está dejando el nombre de México en alto.
Estoy convencido que como país debemos voltear a ver a nuestros niños y jóvenes y darles más y mejores oportunidades.
Nadie puede negar que sea muy importante, pero en vez de usar toda nuestra energía en ver si un maestro trabaja menos horas o más, cobra más salario o menos, démosles a los niños la oportunidad que merecen de tener programas en donde los adultos nos pongamos de acuerdo en su beneficio.
El foco no debe ser exclusivamente la estructura educativa, sino cada niño, cada persona. Así, sí es posible el cambio.
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