The Democrats Turn Their Backs on Obama’s Trade Deal

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A Barack Obama le ha surgido un nuevo enemigo. El presidente está acostumbrado a que los republicanos bloqueen sus propuestas pero no a que sus opositores sean los propios demócratas. Este martes los senadores progresistas han dado un duro golpe a la política comercial de Obama al negarse a otorgarle poderes para negociar un acuerdo comercial con países del Pacífico.

La Casa Blanca trató ganarse el apoyo de los suyos pero la bancada demócrata se opuso a la propuesta. Con 52 votos a favor y 40 en contra, Obama se quedó a ocho votos de lograr su objetivo. Los republicanos, más propensos a facilitar el juego a las grandes empresas, apoyaron al presidente en un acto casi insólito durante sus seis años de mandato.

LIBRE MERCADO POLÉMICO

El motivo de la revuelta demócrata es el acuerdo de libre comercio que los Estados Unidos negocia con países asiáticos y americanos, conocida como la Asociación Transpacífica (TPP por sus siglas en inglés), y que conectaría el 40% de la economía y un tercio del comercio mundial. Obama ve en este acuerdo una oportunidad para marcar su legado y hacer frente a la expansión económica de China pero, como la TTIP (Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión), no ha estado exento de polémica.

El TPP crearía el mayor acuerdo comercial desde el Tratado de Libre Comercio de América del Norte que liberalizó el comercio entre Estados Unidos, Canadá y México, un proyecto impulsado por George Bush padre, heredero de las políticas neoliberales de Ronald Reagan. Los defensores del TPP argüían que creará más empleos y beneficiará las exportaciones estadounidenses. Los opositores critican que “se beneficie a las multinacionales a expensas de los trabajadores” y que el acuerdo servirá para precarizar el mercado laboral y bajar los salarios.

OPOSICIÓN DENTRO DEL PARTIDO

El líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid, se apuntó una victoria al conseguir que la propuesta de dar poderes a Obama para negociar por la vía rápida sin la aprobación del Congreso se hundiera. Sólo un demócrata apoyó al presidente.

Al frente de la crítica a las medidas de libre mercado del presidente Obama se encuentra la senadora Elizabeth Warren, abanderada del ala más progresista e izquierdista del partido. Warren, como Reid, son abiertamente opositores al proyecto. Este sector critica que pactos como el de América del Norte impulsaron la deslocalización empresarial que ha terminado golpeando al país y destruyendo centenares de puestos de trabajo.

Actualmente, el texto del proyecto está clasificado y sólo pueden acceder a él algunos congresistas a cuentagotas. Los ciudadanos de a pié no pueden leerse el proyecto pero sí que lo pueden hacer grandes corporaciones como Walmart, Apple, Nike o el Instituto Americano del Petróleo, multinacionales que asesoran al Gobierno de un Obama que en su campaña presidencial de 2008 se oponía a este tipo de acuerdos.

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