As a free and independent country, the Dominican Republic is permitted to establish diplomatic and trade relations with any nation in the world. The United States says it’s extremely worried about exchanges between China and the Dominican Republic. That is its problem.
Establishing diplomatic relations with the People’s Republic of China was a momentous step. For years, successive Dominican governments avoided the subject with China because of pressure from the United States and difficulties arising from the Cold War.
The power the United States holds over the politics and economy of the Dominican Republic is there for all to see. It has been forged in iron. No one can forget that during the 20th century we were invaded on two separate occasions by American troops. The Americans also propelled that century’s dictators to power.
Since the arrival of the Spanish, the struggle of the native people has been to unswervingly maintain their liberty. Subsequently, Dominicans have been tireless and upright in order to maintain liberty and independence. On Feb. 27, 1844, Haiti’s independence was declared and arms were subsequently taken up against Spanish troops during the Restoration.
Dominican independence has not been a gift without power. It has been earned with blood, sweat and death.
It is up to the government to establish clear positions on the extent of our sovereignty. The Dominican people are clear about their rights and have defended them at all costs. For this reason, we reject any interference that seeks to lessen our free will.
But to be clear, the Caribbean is part of the United States’ strategic security zone. Many say disparagingly that Latin America is its backyard and that it can do whatever it wants with it. We do not agree. No one can dictate codes of conduct to free, sovereign people.
We must continue to further our relations with China and to reject pressure from U.S. government officials and legislators. The Dominican Republic must pursue exchanges with every nation in the world. We cannot shut ourselves in for fear of a telling off from “the empire.”
The economic war between the U.S. and China is not within the Dominicans’ purview. Our struggle is to survive with the technology of the 21st century. We must continue trade relations with China and assert our sovereign right to seek relations with every country in the world.
Los chinos y sus relaciones
Señor director:
Como país libre e independiente, la República Dominicana puede establecer relaciones diplomáticas y comerciales con cualquier nación del mundo. Los Estados Unidos dicen que están sumamente preocupados por el intercambio entre China y dominicana. Ese es su problema.
Fue un paso trascendental que se establecieran relaciones diplomáticas con la República Popular de China. Por años, los gobiernos dominicanos evadieron el tema con China, debido a las presiones norteamericanas, y los sinsabores de la guerra fría.
El poder de los Estados Unidos en la vida política y económica dominicana no se puede ocultar. Ha sido de hierro. Nadie puede olvidar que en el siglo 20 fuimos invadidos en dos ocasiones por tropas norteamericanas. También los norteamericanos llevaron al poder a los dictadores de esa centuria.
Desde la llegada de los españoles, la lucha de los nativos fue férrea para mantener su libertad. Posteriormente los dominicanos, han sido incansables y verticales para mantener la libertad y la independencia. El 27 de Febrero de 1844 se proclamó la independencia de Haití y posteriormente se tomaron las armas en la Restauración, contra las tropas españolas.
La independencia dominicana no ha sido un regalo de ninguna potencia. Se ha ganado con sudor, sangre y muertes.
Toca a los gobiernos fijar posiciones claras sobre los alcances de nuestra soberanía. El pueblo dominicano está claro de cuáles son sus derechos y los ha defendido a como dé lugar. De ahí que rechazamos cualquier injerencia que busque minimizar nuestro libre albedrío.
Pero para ser claros, el Caribe es parte de la zona de estrategia y seguridad de los Estados Unidos. Despectivamente muchos dicen que América Latina es su patio trasero y pueden hacer lo que les venga en gana. No estamos de acuerdo. Nadie puede dictar normas de conducta a pueblos libres y soberanos.
Hay que seguir profundizando las relaciones con China. Rechazar las presiones de funcionarios y legisladores norteamericanos. Los intercambios dominicanos tienen que llegar a todas las naciones del mundo. No nos podemos encerrar, por temor al regaño del imperio.
La guerra económica entre los Estados Unidos y China no es competencia de los dominicanos. Nuestra lucha es para sobrevivir con la tecnología del siglo 21. Que siga el intercambio comercial con China, y hagamos valer nuestros derechos soberanos a tener relaciones con todos los países del mundo.
Atentamente,
Manuel Hernández Villeta
This post appeared on the front page as a direct link to the original article with the above link
.