The U.S. Senate extended the Andean system of preferences, the Andean Trade Promotion and Drug Eradication Act, for only six weeks. The broader Generalized System of Preferences was not extended and expired at the end of the year.
This U.S. legislative omission gives us an advantage in the short term: Our exports are included in both lists. In such cases, U.S. imports from non-Andean countries will pay tariffs, while ours will continue to be exempt.
Both the approval of the GSP as well as a longer term for the ATPDEA were tied together by a key legislator whose state produces sleeping bags, and which suffers when faced with competition of a similar product imported from Bangladesh.
The GSP will pass in a few weeks, and perhaps the ATPDEA term will be extended. But the fact that a detail such as the sleeping bags could derail preference programs highlights how little importance these programs have for the U.S. and, in particular, for its legislature.
But it needs to be added that to get out of this crisis, the U.S. must produce more and import less. In part, this will be achieved with a weaker dollar against the currencies of emerging markets. But, in addition, the U.S. could adopt a less-generous GSP, thereby limiting imports.
The point is not that what Ecuador and other Andean countries export to the U.S. greatly affects U.S. production. It is mostly manufactured goods exported by Asian countries. Our exports to the North are mainly primary products with little value added.
What we do have to prepare for is the end of ATPDEA. The U.S. has to extend it, since it protects Colombia, its major ally within the conflicted Andean region. Bogotá signed a Free Trade Agreement with Washington, but President Obama has not sent it to Congress for ratification, nor has he done this with the South Korea and Panama FTAs.
The South Korean agreement is very important for U.S. farmers, since Korea is short on food.
Will Obama send these FTAs to the legislature? His Democratic Party, close to trade unions, is generally opposed to free trade agreements.
From 2011’s perspective, President Toledo’s decision to accept the final U.S. provisions for the FTA with Peru was right; these concessions were excessive for Colombia. The FTA with Peru entered the approval process just in time. The Colombian agreement has remained in limbo.
The day that the FTA with Colombia is ratified, the ATPDEA will be effective only in Ecuador. Washington will hardly maintain a preference program applicable to the only country on the Pacific coast of the Americas that refused to reach an FTA with the U.S.
El Senado de los EE.UU. prorrogó el sistema andino de preferencias, Atpdea, por sólo seis semanas. El más amplio Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) no fue prorrogado y expiró a fin de año.
Esta omisión del legislativo estadounidense nos otorga una ventaja en el corto plazo: hay exportaciones nuestras que constan en ambas listas. En esos casos, las importaciones de EE.UU. provenientes de países no andinos pagarán gravámenes mientras que las nuestras continuarán exentas.
Tanto la aprobación del SGP como un mayor plazo para el Atpdea: las trabó un legislador clave, en cuyo estado se producen bolsas de dormir que sufren ante la competencia de un similar importado de Bangladesh.
Dentro de pocas semanas se aprobaría el SGP y quizá se ampliará el plazo del Atpdea. Pero que un detalle como el de las bolsas de dormir pueda trabar los programas de preferencias destaca la poca importancia que dichos programas tienen para los EE.UU., y en particular para su legislatura.
Pero hay que añadir que para salir de la crisis, los EE.UU. deben producir más e importar menos. En parte, esto se logrará con un debilitamiento del dólar frente a las monedas de los mercados emergentes. Pero adicionalmente, los EE.UU. podrían adoptar un SGP menos generoso, y así limitar importaciones.
No se trata que lo que el Ecuador y otros andinos exportan a los EE.UU. incida tanto en la producción de los EE.UU. Son sobre todo las manufacturas que exportan los países asiáticos. Nuestras exportaciones al norte son dominantemente de productos primarios con escaso valor agregado.
Para lo que sí hay que prepararse es para el fin del Atpdea. Los EE.UU. tienen que prorrogarlo puesto que protege a Colombia, su gran aliado en la conflictiva región andina. Bogotá firmó un TLC con Washington, pero el Presidente Obama no lo ha enviado al Congreso para su ratificación, como tampoco lo ha hecho con los TLC de Corea del Sur y Panamá.
El de Corea del Sur es muy importante para los agricultores de los EE.UU., ya que Corea es deficitaria en alimentos.
¿Mandará Obama estos TLC a la Legislatura? su partido, el demócrata, cercano a la centrales sindicales, es por lo general opuesto a los acuerdos de libre comercio.
Desde la perspectiva del 2011, fue acertada la decisión del presidente Toledo de aceptar las últimas observaciones norteamericanas al TLC con el Perú, concesiones estas que para Colombia eran excesivas. El TLC con Perú con las justas entró en el proceso de aprobación. El colombiano se quedó en el limbo.
El día que sea ratificado el TLC con Colombia, el Atpdea solo tendrá vigencia para Ecuador. Difícilmente Washington mantendrá un programa de preferencias aplicable al único país de la costa del Pacífico de las Américas que rehusó alcanzar un TLC con los EE.UU.
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