Los neoyorquinos votan por la mano dura contra la violencia
El incremento de crímenes y homicidios coloca a un expolicía en cabeza de las primarias demócratas para la alcaldía
Durante más de dos décadas los neoyorquinos se quejaron amargamente de la transformación de su ciudad bohemia, meca de artistas, en un parque de atracciones para turistas y millonarios, pero tan pronto como la pandemia trajo de vuelta la herrumbre de los años 80 cundió el pánico. Los primeros resultados de las primarias a la alcaldía del martes dejan claro que los neoyorquinos pueden apoyar masivamente al #BlackLivesMatter pero no su propuesta de retirar fondos a los cuerpos policiales. El sonido de las balas en las calles suena más fuerte que en los vídeos virales. Los dos candidatos más votados en ambos partidos proponen mano dura contra la delincuencia y buscan sacar brillo a la ciudad para atraer a los turistas que los negocios echan de menos.
«Nadie va a venir a New York, con nuestra multimillonaria industria turística, mientras disparen a niñas de 3 años en Times Square», dijo en un debate Eric Adams, el candidato demócrata más votado en las primarias. Se refería al tiroteo del 8 de mayo que definió la campaña. Aquel día dos manteros que vendían CD’s resolvieron una discusión a tiros y las balas perdidas alcanzaron a tres peatones, entre ellos una mujer con una pequeña de 4 años. Adams, un expolicía de 60 años, presidente del Consejo Municipal de Brooklyn, tardó apenas unas horas en presentarse en la escena del crimen para reivindicar sus propuestas de seguridad. Con ello le sacó 24 horas de ventaja al favorito de la contienda, el excandidato presidencial Andrew Young, y al final más de 20 puntos.
La ciudad empezaba a volver a la vida y la campaña por zoom había terminado. La escena demostró las ventajas del directo, con el que nunca podrá competir lo virtual. La ironía es que Adams había renunciado a Manhattan, donde iba el último en las encuestas, para concentrarse en los barrios de Brooklyn y Bronx, donde se presentaba como uno de ellos. No le costó mucho etiquetar a Yang, un asiático que vivía a poca distancia de Times Square, como alguien que solo se moviliza por los suyos, particularmente después de que este apareciera en la escena 24 horas después. «No tendría que haber hecho falta que dispararsen a unas manzanas de su casa», le atacó.
Demasiados fantasmas
Al margen de las estrategias, el Nueva York de la pandemia agita muchos fantasmas dentro y fuera de la ciudad. George Floyd está enterrado, Donald Trump sigue vivo y coleando. El establishment demócrata teme que si no se pone de parte de la ley y el orden le abrirá el camino de vuelta para las elecciones de 2024, en las que amenaza con presentarse. Solo en Nueva York los crímenes violentos se han disparado con un 68% más de armas de fuego y un 12% los homicidios. Las agresiones en el metro han forzado un despliegue de seguridad que según el gobernador Andrew Cuomo se enfrenta con la falta de uniformados azules. Ni los 3.250 agentes que vigilan ahora la red han conseguido que los neoyorquinos vuelvan al subterráneo, que tiene menos de la mitad de pasajeros que antes del covid. La inseguridad se convirtió en el tema principal de la campaña, como ha dejado claro el resultado inicial.
Es una ciudad tan progresista, el ganador de las primarias demócratas se convertirá inmediatamente en favorito absoluto para suceder a Bill de Blasio en noviembre. Adams, al igual que el primer alcalde de color, David Dinkins, elegido en 1989 para acabar con el crimen, hace sentirse bien a los que se solidarizan con las desigualdades sociales y el racismo de un país que se horroriza de sí mismo, pero no está dispuesto a prescindir de la mano dura en que confía para mantener su supremacía.
El complicado sistema electoral que se estrena en estos comicios puede darle la vuelta a los resultados demócratas, ya que se ha permitido a los votantes expresar su preferencia por cinco candidatos, de entre los más de doce que cualificaron. Una vez se reciban todas las papeletas por correo, que por la pandemia son especialmente numerosas, la comisión electoral empezará a descartar a los candidatos menos votados y sumar la segunda preferencia de sus votantes al resto hasta que alguno alcance el 50% de los votos. Todo es posible. Lo que es seguro es que el ganador se enfrentará al republicano Curtis Sliwa con la misión de demostrar que bajo su mandato las calles y los subterráneos serán más seguros.
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